El empresario Elon Musk negó de forma categórica un reportaje publicado por The New York Times que lo acusa de haber consumido de manera excesiva ketamina, éxtasis, hongos alucinógenos y otras drogas durante el año 2024, mientras ejercía como uno de los principales asesores del presidente Donald Trump en su campaña de reelección.
En un mensaje publicado el sábado en su red social X (antes Twitter), Musk afirmó:
«¡NO estoy consumiendo drogas! The New York Times estaba mintiendo descaradamente».
El diario estadounidense había reportado el viernes que Musk consumió tanta ketamina que habría desarrollado problemas de vejiga. Además, mencionó el supuesto uso de éxtasis y hongos alucinógenos, e incluso aseguró que el magnate solía viajar con una caja de pastillas. El artículo también planteó dudas sobre si Musk continuó con ese consumo mientras dirigía el Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), una oficina federal establecida por Trump para implementar severos recortes presupuestarios.
Musk responde a las acusaciones
El también CEO de Tesla y SpaceX respondió que la única vez que usó ketamina fue bajo prescripción médica y que lo hizo “hace unos años” para lidiar con episodios de depresión.
“Ayuda para salir de agujeros mentales oscuros, pero no la he tomado desde entonces”, escribió.
La controversia se intensificó tras su aparición pública el viernes junto a Trump en el Despacho Oval, donde se le observó con un ojo morado durante su despedida formal como jefe del DOGE, luego de ejecutar despidos masivos en la administración pública. Ante preguntas de la prensa sobre su estado, Musk explicó que la lesión fue accidental mientras jugaba con su hijo, conocido como “X”.
Reacción de Trump
Consultado por reporteros sobre las acusaciones de consumo de drogas contra Musk, el presidente Trump dijo no estar al tanto de esa información y expresó su respaldo al empresario:
“No lo estaba. Creo que Elon es un tipo fantástico”.
Un historial polémico
The New York Times también recordó conductas erráticas de Musk en el último año, incluyendo un saludo de estética nazi que causó revuelo en redes sociales. Sin embargo, hasta el momento no se ha presentado evidencia concreta que vincule su comportamiento a un abuso de sustancias.
Musk ha sido abierto en el pasado sobre su salud mental y ha defendido el uso de ketamina bajo control médico. En entrevistas anteriores, ha argumentado que ciertas sustancias han contribuido a su productividad creativa y empresarial.
El caso ha reavivado el debate sobre la transparencia en figuras públicas con roles de influencia gubernamental, especialmente cuando están asociadas a políticas sensibles como el recorte de empleados y el rediseño del aparato estatal.
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