El gobierno de Ucrania confirmó el domingo 1° de junio que ejecutó una operación encubierta de gran escala contra la aviación estratégica rusa, en la que logró destruir 41 aviones militares en territorio enemigo. El ataque fue dirigido contra la base aérea de Bélaya, ubicada en la región de Irkutsk, y fue personalmente supervisado por el presidente Volodímir Zelensky.
De acuerdo con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), la misión—bautizada como “Telaraña”—fue planeada durante más de un año y medio y ejecutada con logística compleja, que incluyó el uso de drones de visión remota (FPV) y estructuras móviles de camuflaje.
Según la agencia Interfax, el jefe del SBU, el teniente general Vasil Maliuk, diseñó el operativo y lo coordinó junto con su personal de inteligencia. En un video difundido por las autoridades ucranianas se observa el aeródromo ruso envuelto en llamas, mientras se escucha la voz de Maliuk describiendo la explosión.
Drones escondidos en casas: así operó Ucrania dentro de Rusia
Las fuentes detallaron que los drones fueron ingresados de contrabando a Rusia y ocultos bajo tejados de casas móviles colocadas sobre camiones. Desde ahí fueron lanzados de manera remota hacia los aviones rusos estacionados en la base.
“Los drones se mantuvieron ocultos hasta el momento oportuno. En ese instante, se abrieron a distancia los techos de las casas y los drones fueron liberados para impactar contra los bombarderos enemigos”, declaró uno de los funcionarios del SBU.
Los modelos afectados incluyen aviones A-50, Tu-95 y Tu-22M3, claves para la aviación de largo alcance del Kremlin. Los daños estimados superan los 2 mil millones de dólares, aunque las autoridades ucranianas esperan que la cifra aumente conforme se verifiquen más impactos.
La base aérea de Bélaya alberga regimientos equipados con aviones Tu-22M3, así como el 181º escuadrón de aviación combinada independiente, que utiliza aeronaves An-12 y An-30, según fuentes públicas citadas por Interfax.
En respuesta a esta operación, algunos medios rusos habrían especulado sobre arrestos dentro del país por supuesta colaboración con el enemigo. Sin embargo, el SBU rechazó estas versiones:
“Las personas que participaron en esta histórica operación especial llevan mucho tiempo en Ucrania. Si el régimen de Putin detiene a alguien, será solo otra producción teatral para el consumo interno”, afirmó la fuente.
La destrucción de esta flota aérea representa uno de los golpes más contundentes contra la aviación estratégica rusa desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
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