Doug Ford, primer ministro de Ontario, acusó al presidente Donald Trump de actuar como «enemigo» de Canadá, luego de que la Casa Blanca amenazara con imponer nuevos aranceles a la electricidad importada desde ese país.
Ford advirtió que si Washington concreta esas medidas, Ontario responderá con una acción equivalente que podría incluir un recargo del 25% a las exportaciones de energía hacia estados estadounidenses como Michigan y Nueva York.
«Trump está actuando como el enemigo. Cambia de opinión constantemente. No sabes con quién estás tratando», declaró Ford tras una reunión con gobernadores provinciales en Muskoka, Ontario, donde se analizó la postura del presidente estadounidense, quien en los últimos días ha intensificado la presión contra el gobierno canadiense para obtener ventajas comerciales.
El primer ministro de Ontario señaló que Trump amenaza con castigar a Canadá si no cede ante sus exigencias. «Si mostramos debilidad, nos va a aplastar como una apisonadora», dijo. En respuesta, afirmó que estudiará medidas recíprocas si Estados Unidos impone nuevos impuestos a productos canadienses.
La tensión surgió tras los recientes mensajes publicados por Trump en su red Truth Social, en los que advirtió que elevará aranceles a la electricidad, acero y aluminio importados desde Canadá si no se firma un nuevo acuerdo comercial antes del 1 de agosto. Actualmente, las exportaciones de electricidad canadiense representan una fuente clave de energía para varios estados fronterizos.
Ford recordó que Ontario ya aplicó en marzo una tarifa temporal del 25% a la energía enviada a EE. UU. como respuesta a una medida similar de la administración Trump. «No dudo en volver a imponer esa tarifa si las amenazas se concretan», afirmó.
Provincias energéticas cierran filas contra Washington
El conflicto no solo ha movilizado a Ontario. Danielle Smith, primera ministra de Alberta, y Scott Moe, de Saskatchewan, respaldaron las declaraciones de Ford y propusieron acelerar la construcción de un nuevo oleoducto nacional que permita transportar energía sin pasar por territorio estadounidense.
«No podemos depender de un país que toma decisiones de política energética desde una red social», dijo Smith, mientras que Moe comparó la situación con la de Europa oriental: «Allá aprendieron que no se puede depender de Rusia para la seguridad energética; nosotros tampoco deberíamos depender de EE. UU.».
Trump, que busca fortalecer su campaña presidencial de cara a noviembre, ha intensificado su discurso proteccionista. El pasado 10 de julio anunció que subirá al 35% los aranceles a productos canadienses si no hay un nuevo acuerdo antes de agosto. Las tarifas al acero y aluminio ya fueron elevadas al 50% en junio, afectando a industrias clave en Ontario y Quebec.
Ante la creciente presión, el primer ministro federal, Mark Carney, ha mantenido una postura más cauta, aunque reconoció que no aceptará un acuerdo que dañe a los productores canadienses. Mientras tanto, las provincias energéticas exigen una respuesta firme y coordinada.
«Nosotros no empezamos esta guerra comercial, pero tampoco vamos a permitir que nos pasen por encima», sentenció Ford.
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