El presidente Donald Trump ha reducido el plazo otorgado a Rusia para alcanzar un acuerdo de paz con Ucrania. A finales de junio, el mandatario estadounidense fijó un límite de 50 días para que Moscú suspendiera las hostilidades. Ahora, afirma que ese margen será acortado, advirtiendo que, de no cumplirse, impondrá severos aranceles a Rusia y a países que adquieran sus exportaciones.
“Estoy decepcionado con el presidente Putin, muy decepcionado con él. Así que tendremos que analizarlo y voy a reducir esos 50 días que le di”, declaró Trump este 28 de julio durante una conferencia en Escocia, donde se reunió con el primer ministro británico Keir Starmer. La declaración representa un giro en la retórica del presidente estadounidense, quien en un inicio afirmaba tener una relación cercana con el mandatario ruso y aseguraba que podía poner fin a la guerra “rápidamente”.
La advertencia contempla aranceles del 100% a bienes rusos y gravámenes secundarios sobre países que continúan comprando productos estratégicos como el petróleo. Según funcionarios estadounidenses, estas medidas buscan desincentivar el financiamiento indirecto al Kremlin y aumentar la presión económica internacional contra Moscú.
“Muy pocos productos van a mover sus precios… Tal vez hasta un billón de dólares en ingresos vendrán a Estados Unidos”, afirmó Trump, quien además señaló que esos fondos podrían destinarse a exenciones fiscales internas. La postura busca consolidar una política exterior agresiva con un enfoque económico proteccionista.
Estrategia de presión económica: ¿fin de la diplomacia o táctica electoral?
Los bombardeos rusos sobre ciudades ucranianas se han intensificado desde la amenaza arancelaria de Trump, lo que ha generado mayor escepticismo sobre la viabilidad de una negociación rápida. Putin ha rechazado propuestas de diálogo directo con Volodímir Zelenski y mantiene demandas territoriales consideradas inaceptables por Occidente.
Los aranceles también tendrían alcance extraterritorial. Washington considera que países como China e India, al seguir comprando petróleo ruso, están contribuyendo al esfuerzo bélico de Moscú. En ese contexto, el Congreso estadounidense ha presentado propuestas legislativas para imponer tarifas de hasta 500% sobre importadores de energéticos rusos.
La presión de Trump se alinea con movimientos paralelos de la OTAN. Alemania, por ejemplo, ha entablado negociaciones con EE. UU. para suministrar sistemas de defensa aérea Patriot adicionales a Ucrania, en respuesta a los ataques rusos con misiles y drones.
Analistas señalan que el endurecimiento del tono presidencial puede tener motivaciones electorales, ya que Trump busca capitalizar la percepción de liderazgo firme en política exterior. No obstante, su postura también ha generado divisiones dentro del Congreso y entre aliados europeos, preocupados por una escalada comercial de consecuencias globales.
Amenaza económica como herramienta diplomática
Trump ha usado anteriormente la amenaza económica como herramienta diplomática, pero hasta ahora se había abstenido de aplicar sanciones severas contra Rusia, argumentando que prefería mantener abiertas las vías de negociación. Su reciente decepción con Putin, expresada de manera pública, podría marcar un punto de inflexión en su estrategia hacia el conflicto iniciado en 2022.
Mientras tanto, la presión también se siente en los mercados. Tras el anuncio del presidente, el peso mexicano cayó cerca de 1% frente al dólar, en un nuevo reflejo de la sensibilidad regional ante decisiones de Washington. A medida que el plazo de Trump se acorta, el escenario geopolítico se vuelve aún más volátil.
También te puede interesar: Japón emite alerta de viaje nivel 3 por conflicto armado en la frontera Tailandia-Camboya




