más

    Bolivia celebra su bicentenario en medio de crisis económica y tensiones electorales

    Bolivia conmemora hoy los 200 años de su independencia en la Casa de la Libertad, Sucre, donde se firmó la proclama de 1825 que marcó el fin del dominio español. Sin embargo, las celebraciones del Bicentenario, con la presencia de líderes como Xiomara Castro de Honduras y Santiago Peña de Paraguay, se ven opacadas por una profunda crisis económica y una incertidumbre política de cara a las elecciones del 17 de agosto. El presidente Luis Arce, en un discurso ante la Asamblea Legislativa, destacó el legado independentista, pero la polarización social y los desafíos estructurales dominan el panorama.

    Una economía en declive

    Desde 2014, Bolivia enfrenta una caída sostenida en los ingresos por exportaciones de gas natural, que representaban el 50% de sus divisas en la década de 2000, según el Banco Central de Bolivia (BCB). Las reservas internacionales, que alcanzaron los 15 mil millones de dólares en 2014, se han reducido a 1.7 mil millones en 2025, con solo 166 millones en moneda extranjera, según GIS Reports. Esta escasez de dólares ha generado un mercado paralelo donde el tipo de cambio supera el oficial (6.9 bolivianos por dólar) en más del 50%, disparando la inflación al 24% en junio, un máximo en 34 años. La importación de combustible, que Bolivia ahora depende tras dejar de ser exportador, y el pago de una deuda externa de 1.85 mil millones en bonos, agravan la crisis.

    El gobierno de Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), ha mantenido subsidios al combustible (4% del PIB) y un tipo de cambio fijo, pero la falta de divisas dificulta las importaciones, encareciendo alimentos como el tomate (+25.58%) y la cebolla (+22.83%). Arce advirtió en junio sobre un posible default y problemas en el suministro de gasolina, según Bloomberg. La oposición y el expresidente Evo Morales culpan a Arce por una mala gestión, mientras él señala el abandono de la industria gasífera durante el gobierno de Morales, en el que Arce fue ministro de Economía.

    Incertidumbre electoral

    A 11 días de las elecciones generales, la división interna del MAS entre Arce y Morales, quienes se disputan el liderazgo del partido, ha fragmentado el panorama político. Morales, inhabilitado para un cuarto mandato por el Tribunal Constitucional en 2023, fundó Evo Pueblo y enfrenta una orden de arresto por acusaciones de violación y trata, lo que ha desatado protestas de sus seguidores, con al menos cuatro muertos en junio. Andrónico Rodríguez, líder cocalero y presidente del Senado, emerge como el principal candidato progresista con un 8-12% de intención de voto, mientras opositores como Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga lideran las encuestas con propuestas de austeridad y apertura al FMI.

    Ningún candidato supera el 25% de apoyo, y un 30% de votantes permanece indeciso, según AS/COA. Si nadie obtiene el 50% o el 40% con 10 puntos de ventaja, habrá una segunda vuelta el 19 de octubre. La oposición, fragmentada entre Mesa, Quiroga y Doria Medina, propone cerrar empresas estatales y eliminar controles de precios, mientras Rodríguez apuesta por mantener el modelo estatal. La desconfianza en las instituciones, agravada por un poder judicial politizado, alimenta el temor a disputas postelectorales.

    Celebraciones en medio de tensiones

    Los actos del Bicentenario incluyeron desfiles cívicos, dos días de feriado y la presentación de tres monedas conmemorativas y un monumento a Juana Azurduy. Sin embargo, la cancelación de la visita del presidente chileno Gabriel Boric, tras la muerte de seis mineros en Codelco, refleja el tono sombrío de las celebraciones. La crisis económica, con protestas por escasez de combustible y alimentos, y la polarización política, con enfrentamientos entre “arcistas” y “evistas”, han elevado la desaprobación de Arce al 80%.

    Bolivia enfrenta un punto de inflexión. La devaluación del boliviano, probable tras las elecciones, y la reducción de subsidios podrían desencadenar más protestas, según GIS Reports. La dependencia de China y Rusia, que controlan el 60% de las exportaciones de litio boliviano, tensa las relaciones con EE.UU.. Mientras el país celebra su historia, la combinación de inflación, escasez y fragmentación política plantea un desafío monumental para el próximo gobierno, que deberá abordar una deuda creciente y un modelo económico insostenible.

    También te puede interesar: Trump acusa a JPMorgan y BofA de «discriminación financiera» por motivos ideológicos

    Artículos relacionados