Un sismo de magnitud 6.0 sacudió el este de Afganistán la noche del domingo, provocando la muerte de al menos 600 personas y dejando a unas 2 mil heridas, de acuerdo con fuentes oficiales. El epicentro se localizó a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar, a una profundidad de ocho kilómetros, lo que amplificó los daños en las zonas rurales. Las autoridades confirmaron que el temblor afectó a las provincias de Kunar, Nuristán, Nangarhar y Laghman, mientras que las réplicas se sintieron hasta Kabul.
Réplicas y rescate en medio de deslizamientos de tierra
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo principal ocurrió a las 23:47 hora local (19:17 GMT). Fue seguido por al menos dos réplicas de magnitud 5.2, lo que incrementó la destrucción y la dificultad de las labores de emergencia.
El director de Información y Cultura en Kunar, Ihsanullah Ihsan, informó que los distritos de Nurgal, Sawkay, Watapur, Dara Pech y Chapi Dara fueron los más devastados. En esas localidades, cientos de viviendas colapsaron y muchas familias quedaron atrapadas bajo los escombros.
“Lamentablemente, el terremoto de esta noche ha causado muertes y daños materiales en algunas de nuestras provincias orientales”, declaró el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en la red social X. Agregó que funcionarios locales y residentes ya trabajan en las labores de rescate y que se enviaron equipos de apoyo desde otras regiones del país.
Los esfuerzos, sin embargo, se ven obstaculizados por deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras clave en Kunar y Nuristán, lo que retrasa el traslado de maquinaria pesada y suministros médicos. Las autoridades advirtieron que el número de víctimas podría aumentar conforme se logre acceder a las comunidades más apartadas.
Provincias afectadas y respuesta oficial
El impacto del terremoto se concentró en el este de Afganistán. En Kunar, varias aldeas quedaron incomunicadas. En Nangarhar, las autoridades reportaron decenas de casas destruidas. En Nuristán, los residentes sintieron fuertes sacudidas, aunque inicialmente no se confirmaron víctimas. En Laghman, las réplicas dañaron infraestructuras básicas, lo que obliga a un despliegue de ayuda humanitaria.
La capital, Kabul, también experimentó sacudidas, aunque de menor intensidad. Los hospitales de la ciudad recibieron a decenas de heridos trasladados desde las provincias vecinas.
El gobierno talibán indicó que “se utilizarán todos los recursos disponibles para salvar vidas”, aunque organizaciones internacionales señalaron que la capacidad de respuesta sigue siendo limitada por la falta de equipo especializado y la fragilidad de las vías de comunicación.
El desastre ocurre en un país que enfrenta una profunda crisis humanitaria y económica, lo que complica la atención inmediata a la población damnificada. Agencias humanitarias advirtieron que las próximas horas serán críticas para rescatar sobrevivientes y brindar atención médica a los heridos.
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