La esperada adaptación de Guillermo del Toro a «Frankenstein» de Mary Shelley debutó el 7 de noviembre en Netflix y escaló al top de visualizaciones globales, desatando debates entre cinéfilos por su estética gótica y profundidad emocional. Con un 86% en Rotten Tomatoes, la cinta brilla por la hazaña de Jacob Elordi como la Criatura: una transformación física y actoral que fusiona terror y vulnerabilidad, inspirada en ilustraciones anatómicas del siglo XVIII. Del Toro, quien venera la novela desde la infancia, la llama «un cine del alma», con Elordi como eje de esta «metamorfosis».
El actor australiano de 27 años, estrella de «Euphoria» y «Saltburn», reemplazó a Andrew Garfield nueve semanas antes del rodaje, adaptando su 1.96 metros a un monstruo «recién acuñado», no un Frankenstein crudo como el de Boris Karloff. Su interpretación sensible —un ser rechazado que lee y sufre— lo posiciona como contendiente a Oscar, según críticos de Variety y The Guardian.
Horas de paciencia
El proceso de transformación de Elordi duraba 10 a 11 horas diarias, iniciando a medianoche para filmar al amanecer. Mike Hill, legendario efectos prácticos que colaboró con Del Toro en «La forma del agua» y «Callejón de las almas perdidas», diseñó 42 piezas protésicas de silicona: 14 solo para cabeza y cuello, cubriendo el cuerpo en un blanco ceroso con cicatrices de «suturas bíblicas» —inspiradas en la crucifixión y el Adán de la novela—.
«Quería que pareciera un hombre nuevo, no un remiendo», explicó Hill a Netflix Tudum.
Incluía dentaduras falsas, lentes de contacto marrones y un sauna inflable para removerlo en nueve horas.
Un video de 29 segundos compartido por Netflix en redes muestra el ritual: Elordi, inmóvil en la silla, recibe una máscara facial moldeada por cuatro expertos en maquillaje, vestuario y peluquería. Lee guiones, chatea en su celular o prueba expresiones con ojos y boca, manteniendo calma «superhumana», como la califica Del Toro: «Nunca se quejó, pese a días de 20 horas».
Elogios globales
La cinta, con Oscar Isaac como Victor Frankenstein y Mia Goth como Elizabeth, explora paternidad tóxica y ambición desmedida en un Londres neogótico. Elordi, que perdió peso drásticamente —»un dolor que fue bendición», dice—, describe el set como «el más en casa que me he sentido». Del Toro, en Tudum: «Desde el trailer, la actuación cobraba vida; fue meditación y cambio».
«Frankenstein» no solo revive un clásico; redefine el monstruo como alma herida. Elordi, con prótesis y paciencia, encarna esa belleza desgarradora. Del Toro lo logra: terror que toca el corazón.
También te puede interesar: «El hueco en la nariz» de Paris Jackson ocasionado por el abuso de drogas




