El presidente Donald Trump intensificó su retórica antinarcóticos este viernes 14 de noviembre a bordo del Air Force One, afirmando que EE. UU. aún tiene «un problema con México y Colombia» pese a avances en frenar el flujo de drogas.
«Hemos logrado muchos avances con Venezuela en términos de detener el ingreso masivo de drogas. Pero tenemos un problema con México, tenemos un problema con Colombia… lo estamos haciendo muy bien», declaró ante periodistas rumbo a Florida, sin detallar medidas específicas.
Trump, quien ha vinculado cárteles mexicanos a «alianzas con el gobierno» —declaración del 23 de octubre que México rechazó como «difamatoria»—, ha impuesto aranceles (10-25% en acero y aluminio) para presionar acciones contra fentanilo y cocaína. En 2025, incautaciones bilaterales suman 1,200 toneladas, pero Trump exige más, con el Comando Sur reportando 20 strikes en lanchas (75 muertos).
Rubio despeja rumores
El secretario de Estado Marco Rubio descartó intervenciones unilaterales durante una entrevista en el Aeropuerto John C. Munro de Hamilton, Canadá, post-G7. «Estamos dispuestos a brindarles toda la ayuda que necesiten. No vamos a tomar medidas unilaterales, ni a enviar fuerzas estadounidenses a México. Pero podemos ayudar con equipo, entrenamiento, intercambio de inteligencia… si nos lo piden», enfatizó.
Rubio destacó la «colaboración en su punto más alto»: avances contra fentanilo (90% de decomisos en México) y «mejor que nunca». Alertó que cárteles poseen «más armas, entrenamiento e inteligencia que algunos Estados Nación», pero reiteró respeto a soberanía mexicana.
La presión trumpista —sanciones a funcionarios colombianos y strikes en lanchas— ha forzado diálogos: México acordó que la Marina intercepte embarcaciones sospechosas en aguas cercanas, evitando bombardeos. Colombia, con Petro sancionado, moderó su suspensión de inteligencia, condicionándola a derechos humanos.
Sheinbaum: “Soberanía con diálogo”. Rubio: “Apoyo si lo piden”. ¿Avance o ultimátum? El hemisferio, en vilo.
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