Un juez de Control vinculó este martes a proceso a Carlos Atanasio “N”, por su probable participación en el delito de abuso sexual contra un niño de tres años, en un caso que conmociona a la residencial La Joya. La Fiscalía General del Estado (FGE) obtuvo prisión preventiva como medida cautelar, por lo que el imputado permanecerá en el Centro de Retención Municipal durante el proceso penal.
Los hechos ocurrieron entre el 10 y el 20 de abril de 2025, dentro de un domicilio en la zona, donde el presunto agresor –con acceso al menor– habría realizado tocamientos de índole sexual aprovechando un momento a solas. Cambios en la conducta y afectaciones emocionales del niño alertaron a su familia, desencadenando la denuncia inmediata.
De la alarma familiar a la investigación rigorosa
La Fiscalía Especializada en Combate a Delitos Sexuales y el Libre Desarrollo de la Personalidad activó protocolos especializados para proteger al menor y recopilar pruebas: testimonios, peritajes psicológicos y médicos. “La integración de la carpeta fue exhaustiva, priorizando la integridad de la víctima”, informó la FGE en su boletín oficial.
El juez determinó que existen datos suficientes para proceder, considerando el alto riesgo y la vulnerabilidad del agraviado. No se revelan detalles sensibles para salvaguardar la identidad del niño, conforme a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
La medida cautelar de prisión preventiva justificada asegura la comparecencia del imputado y evita riesgos a la víctima o testigos. Carlos Atanasio “N” enfrenta una pena de hasta 12 años si se prueba su culpabilidad, según el Código Penal de Quintana Roo.
Este caso se suma a una ola de denuncias por delitos sexuales en la región: en 2025, Playa del Carmen reportó un 15% más de casos contra menores, según datos preliminares de la FGE. Autoridades locales reforzaron patrullajes en residenciales y campañas de prevención en escuelas.
La FGE reiteró: “Continuaremos actuando con firmeza para proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes, y perseguir con rigor cualquier atentado contra su integridad”. Familiares de la víctima recibieron apoyo psicológico vía DIF Quintana Roo.
En un destino turístico como Playa del Carmen, este suceso subraya la urgencia de vigilancia comunitaria. La justicia avanza, pero la sociedad debe unir fuerzas para que ningún niño sufra en silencio.
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