La Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG) advirtió que las medidas implementadas tras la declaratoria de emergencia nacional por la plaga del gusano barrenador están generando una “sobrerregulación” que impacta gravemente la cadena de suministro de carne en el país. Los productores señalan que las restricciones internas y la suspensión parcial de exportaciones a Estados Unidos ya provocan pérdidas millonarias y riesgos para el bienestar animal.
Según AMEG, la multiplicación de retenes federales y estatales, así como nuevos requisitos derivados de la emergencia, ha alargado los traslados de ganado desde el sur hacia los centros de engorda del norte, de 20 a 32 horas, además de generar esperas superiores a 18 horas en los puntos de inspección. Estas demoras obligan a múltiples maniobras de carga y descarga, afectando el bienestar animal y aumentando el riesgo de heridas que podrían convertirse en focos de infestación.
Impacto en logística, costos y mercado internacional
La organización denunció que los procedimientos repetidos y la duplicidad de inspecciones estatales y federales provocan cuellos de botella logísticos y desabasto regional. “El gusano barrenador se transmite por moscas y afecta a cualquier animal de sangre caliente, no por el movimiento regulado de ganado sano”, señaló la AMEG, advirtiendo que la sobreregulación podría incluso favorecer la propagación de la plaga.
Además, la suspensión parcial de exportaciones hacia Estados Unidos afecta de manera directa la competitividad del sector. Durante décadas, México ha exportado más de un millón de cabezas de ganado anualmente, representando alrededor del 60 % de las importaciones de ganado vivo del país vecino y cerca del 3 % de la cabaña nacional.
La AMEG también alertó sobre los recortes previstos en el presupuesto federal 2026 para sanidad e inocuidad, pese a la emergencia sanitaria declarada, lo que limita la capacidad de respuesta ante la plaga.
Propuestas para equilibrar sanidad y producción
Para reducir los efectos negativos de las medidas, la AMEG propuso acelerar y ampliar el programa de mosca estéril con financiamiento garantizado, fortalecer la vigilancia sanitaria con criterios técnicos uniformes, sustituir la sobrerregulación por un protocolo de movilización basado en trazabilidad y buenas prácticas, armonizar la normatividad federal y estatal para eliminar duplicidades, e instalar una mesa permanente de trabajo entre autoridades, estados y productores.
El pasado 3 de diciembre, el Gobierno de México informó la ampliación de las medidas para contener la plaga, que afecta principalmente al ganado bovino, pero también a especies domésticas, silvestres y a los humanos. Para los ganaderos, la prioridad es que las acciones de sanidad no bloqueen la producción ni eleven los costos que terminan repercutiendo en los consumidores.
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