El sorteo del Mundial 2026 dejó a México con un panorama parcialmente definido: la Selección abrirá en el Estadio Azteca frente a Sudáfrica, continuará su fase de grupos en Guadalajara contra Corea del Sur y cerrará ante un rival europeo aún por definir, derivado de los Repechajes de la UEFA que se disputarán en marzo de 2026.
El técnico Javier Aguirre, presente en la gala realizada en el Kennedy Center de Washington DC, expresó su incomodidad por la incertidumbre: “Ese es el problema, el repechaje. Suponía que alguno nos podía tocar, son cuatro equipos europeos y hay incertidumbre. Repetiremos la inauguración del 2010, a Corea lo enfrentamos hace no mucho, todos con distintos estilos y esperar qué europeo te toca”, señaló.
Aguirre añadió que conocer a los tres rivales desde ahora le hubiera permitido planear amistosos de preparación específicos: “Macedonia no tiene nada que ver con Dinamarca ni Irlanda con República Checa. No me voy a quejar, pero me hubiera gustado saber desde hoy los tres rivales para buscar partidos de ese estilo”.
El sorteo establece que el último oponente de México en la fase de grupos saldrá de los duelos de repechaje europeo: Dinamarca se enfrentará a Macedonia del Norte, y República Checa a Irlanda. Los ganadores de estas semifinales disputarán un partido final en marzo por el boleto al Mundial. Por ello, el equipo mexicano deberá esperar hasta esa fecha para conocer con certeza a su último rival en la fase de grupos.
Reto adicional para el cuerpo técnico
Esta situación genera un reto adicional para el cuerpo técnico, que ahora deberá preparar a la selección para un espectro de estilos de juego europeo diverso, desde la disciplina táctica danesa hasta la movilidad de Macedonia, o el estilo físico de Irlanda frente a la técnica checa. Aguirre tendrá que diseñar estrategias que permitan adaptarse a distintos rivales sin la posibilidad de enfocarse en un oponente específico hasta marzo.
Pese a la incertidumbre, el sorteo puede considerarse favorable para México. Abrir el torneo frente a Sudáfrica y luego medirse con Corea del Sur ofrece al equipo la oportunidad de afianzar su dinámica antes del crucial enfrentamiento europeo. Sin embargo, la incógnita del último rival añade presión, ya que ese partido podría definir el pase a la siguiente ronda.
El técnico confía en que su plantel responderá bien, destacando la experiencia adquirida en torneos previos y la necesidad de adaptarse rápidamente a cada estilo de juego: “No nos podemos relajar. Cada partido es una final en sí misma. Lo importante es trabajar con lo que tenemos y preparar al equipo para cualquier situación”, afirmó.
Con el calendario definido parcialmente, la Selección comenzará a planear concentraciones, amistosos y estrategias para llegar lo mejor posible al Mundial, mientras aguarda conocer a su último rival europeo. La expectativa aumenta entre aficionados y analistas, que ya calculan las posibles combinaciones y escenarios para la fase de grupos de México.
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