Javier “Chicharito” Hernández terminó su segunda etapa con Guadalajara sin el brillo que muchos aficionados esperaban. El máximo goleador de la Selección Mexicana deja al club que lo formó con apenas cuatro goles en 41 partidos y con la sombra del penal fallado ante Cruz Azul, acción que evitó que el Rebaño avanzara a las Semifinales del Apertura 2025. A pesar del cariño del público y del discurso institucional que agradeció su entrega, su retorno quedó marcado por la falta de ritmo, lesiones y una exigencia deportiva que nunca logró satisfacer. Su salida abre cuestionamientos sobre la planeación del club y sobre el futuro inmediato del delantero, quien podría emigrar a la MLS o volver a Europa.
Un adiós que deja sentimientos encontrados
El club anunció que el vínculo con Hernández concluyó casi dos años después de su regreso en enero de 2024. En su comunicado, Chivas destacó que el delantero aportó experiencia y liderazgo para los jugadores jóvenes. También señaló que el legado emocional del canterano permanecerá en la institución. Sin embargo, el balance deportivo es más duro. Su estadía dejó un sabor amargo para una afición que esperaba una versión más determinante del atacante que brilló en el futbol europeo.
Durante su segunda etapa apenas marcó cuatro goles en 41 encuentros. El episodio más recordado será el penal fallado del 30 de noviembre frente a Cruz Azul en los Cuartos de Final, una jugada que definió el destino del equipo en el torneo. La eliminación acrecentó la frustración entre los seguidores, quienes no ocultaron su decepción ante un cierre tan accidentado.
El delantero respondió a la ola de críticas con un mensaje en redes: «No hay éxito sin caídas, ni crecimiento sin sombra. No busco ser perfecto, busco ser real. Gracias a todos». La frase refleja su intento por controlar la narrativa y asumir su salida con madurez.
Entre Europa, la MLS y un legado dividido
Para Hernández, la puerta no se cierra del todo. Reportes periodísticos indican que evalúa opciones en la MLS o un posible retorno al futbol europeo. Esa decisión marcará el rumbo final de una carrera que incluye pasos por Manchester United, Real Madrid, Bayern Leverkusen, West Ham, Sevilla y LA Galaxy.
A nivel internacional, Hernández jugó tres Copas del Mundo y ganó la Copa Oro 2011 con la Selección Mexicana. Sus 52 goles lo mantienen como el máximo anotador en la historia del Tricolor. Ese peso histórico contrasta con su versión reciente en México, donde las lesiones, la pérdida de ritmo y la presión mediática le impidieron brillar.
Con Chivas fue campeón en el Apertura 2006 y líder de goleo en el Bicentenario 2010, logros que todavía le garantizan un lugar en la memoria del club. Pero su regreso deja claro que el futbol no siempre concede cierres gloriosos.
Ahora Guadalajara enfrentará el reto de reestructurar su ataque y definir una ruta más efectiva para competir en el 2026. El club vive un momento en el que el cariño hacia sus ídolos no puede sustituir la necesidad urgente de resultados.
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