La destacada nadadora artística mexicana, Nuria Diosdado, capitana del equipo nacional, ha dado a conocer oficialmente su retiro tras una carrera que abarcó casi tres décadas. La deportista, de 34 años, culminó su trayectoria competitiva en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde lideró al equipo hacia un histórico séptimo lugar.
Una despedida cargada de emociones
La nadadora se despidió del deporte que marcó su vida con una emotiva carta. En un video compartido en sus redes sociales, agradeció los momentos inolvidables y las lecciones que le dejó la natación artística.
“Querida natación artística, 29 años atrás nos conocimos. Me has dado las herramientas para hoy ser como soy, eres quien ha forjado mi carácter”, escribió Nuria, expresando su profundo vínculo con la disciplina.
Desde los cinco años, la natación artística fue su hogar. A los 15, dejó su natal Guadalajara para unirse al equipo nacional en la Ciudad de México, persiguiendo el sueño olímpico. Dos décadas después, su legado está marcado por cuatro participaciones olímpicas y una notable influencia en el deporte mexicano.
Logros imborrables en su carrera
Nuria deja un historial de triunfos y medallas que consolidan su lugar como una de las máximas exponentes de la natación artística en México:
- Dos oros y dos platas en los Juegos Panamericanos (Toronto 2015, Lima 2019, Santiago 2023).
- 16 medallas en Juegos Centroamericanos, 15 de ellas de oro.
- Oro en la Copa del Mundo 2023, celebrada en Egipto.
- Medalla de oro en el Mundial de Natación 2023, en París.
En una entrevista tras el anuncio, Nuria expresó su satisfacción:
“Me voy plena, con la certeza de que di todo lo que podía dar en la piscina. Mi carrera no me debe nada, y yo no le debo nada a ella”.
Un nuevo camino fuera del agua
Aunque deja la competencia, Nuria no se alejará por completo del deporte. Planea enfocar sus esfuerzos en programas para jóvenes deportistas y en promover la imagen pública del deporte.
“Quiero compartir todas las vivencias que tuve dentro del agua y apoyar a quienes enfrentan la difícil transición hacia el retiro”, explicó.
Además, destacó su confianza en la nueva generación de nadadoras:
“Viene una selección fuerte. La natación artística queda en buenas manos con nuestras entrenadoras nacionales”.
El Comité Olímpico Mexicano (COM) reconoció su trayectoria:
“Ícono indiscutible del deporte mexicano, su talento, disciplina y pasión han marcado una era inolvidable que inspira a generaciones presentes y futuras”.
Agradecimiento a su equipo y momentos creativos
Durante su mensaje de despedida, Nuria agradeció a sus compañeras y entrenadoras, a quienes describió como piezas clave en su éxito. También recordó las creativas rutinas que marcaron su carrera, inspiradas en temas como el circo, Bollywood, animales de la selva, mariposas monarca y guerreras aztecas.
“Ha sido mucho más de lo que esperaba, mucho más de lo que nunca hubiera podido soñar”, expresó.
Carta de Nuria Diosdado a la natación artística
En su conmovedora carta, Nuria resumió lo que significó la natación artística en su vida:
“Hoy decido que mi etapa competitiva en el agua termina aquí. Cierro de la manera más extraordinaria, con cuatro Juegos Olímpicos y con el sueño de muchas: clasificar y participar como equipo después de 38 años en unos Juegos Olímpicos. Gracias, mi muy querida amiga. Gracias, natación artística”.
Un legado que trasciende el agua
Nuria Diosdado deja un vacío en las competencias, pero su impacto trasciende el ámbito deportivo. Su dedicación, pasión y logros son inspiración para nuevas generaciones, marcando un antes y un después en la historia de la natación artística en México.
Carta a la natación artística de Nuria Diosdado
“Querida natación artística, 29 años atrás nos conocimos. Qué puedo decirte que no sepas, me has dado las herramientas para hoy ser como soy, eres quien ha forjado mi carácter, la culpable de que haya viajado por el mundo entero. La que sacó de mí un lado artístico y creativo que en ningún otro lugar hubiera explorado igual. Has sido mi amiga, mi hogar, mi lienzo en donde escribir mi historia, mi maestra más exigente, mi refugio, mi segunda familia, mi confidente, la culpable de mis días de estrés y la protagonista brillante de estos primeros 34 años de vida.
Hace 19 años tomé la decisión de quedarme en la CDMX para quedarme con la selección nacional. La idea era quedarme para volver al año siguiente o tal vez, si las cosas iban bien, soñar con unos Juegos Olímpicos. Querida, qué fortuna la historia escrita, las más de 80 compañeras, las entrenadoras casi mamás que han aguantado mis horas de plática durante los entrenamientos, las risas, los momentos difíciles, los uniformes acumulados, las compañeras de cuartos, las maletas llenas de historia y las amistades que hoy cruzan fronteras.
Interpretamos infinidad de cosas juntas: desde un circo hasta una rutina de vaqueros, animales de la selva y también hermosas mariposas monarca. Bailamos al ritmo de Bollywood y la música de los 80, luchamos como ninjas y guerreras aztecas hasta convertirnos en diosas del agua en París. Ha sido mucho más de lo que esperaba, mucho más de lo que nunca hubiera podido soñar.
Hoy quiero darte las gracias por todo y por tanto. Solo siento gratitud, amor y orgullo por todo lo que hicimos juntas, por todos los que me ayudaron e impulsaron a no dejarte cuando sentí muchas veces que ya no podía más. Por todos esos días donde pude levantar la frente con orgullo al pisar la plataforma en cada competencia, por todos los abrazos que me llevo al terminar cada rutina y las veces que vi antes de cualquier calificación el festejo de mis entrenadoras. Su reacción era su verdadera medalla.
No me despido de ti porque nunca dejaremos de tener esta conexión que nos une, pero todo libro tiene sus capítulos. Hoy decido que mi etapa competitiva en el agua termina aquí. Cierro de la manera más extraordinaria, con cuatro Juegos Olímpicos y con el sueño de muchas: clasificar y participar como equipo después de 38 años en unos Juegos Olímpicos. Estoy segura de que, aunque este capítulo se acaba, vienen muchos más. Gracias, mi muy querida amiga. Gracias, natación artística”.




