La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este martes que, a partir de 2027, Petróleos Mexicanos (Pemex) ya no dependerá de apoyos financieros de la Secretaría de Hacienda, gracias a una estrategia integral de capitalización y reducción de deuda. Aunque reconoció que las amortizaciones para 2025 y 2026 requerirán respaldo gubernamental, aseguró que la petrolera estatal podrá operar sin auxilio fiscal en el siguiente sexenio.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que la empresa estatal Petróleos Mexicanos dejará de requerir ayuda de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en 2027. La mandataria argumentó que se trata de un resultado directo del trabajo de saneamiento financiero impulsado por su gobierno y por la dependencia a cargo de la política fiscal.
“Para 2027, Pemex no va a necesitar apoyo de la Secretaría de Hacienda, porque en 2025 y 2026 tiene que pagar amortizaciones de deuda muy altas, intereses. Entonces, va a requerir del apoyo, pero para el 27, gracias a todo el trabajo que ha hecho Hacienda, Pemex sale solito”, declaró Sheinbaum ante medios de comunicación.
Con esta declaración, la presidenta busca responder a las preocupaciones internacionales sobre el endeudamiento de Pemex, que sigue siendo una de las petroleras más endeudadas del mundo, con pasivos financieros y comerciales que superan los 100 mil millones de dólares.
Apoyos sí, pero solo hasta 2026
Sheinbaum detalló que, si bien Pemex requerirá de apoyos durante 2025 y 2026 para cubrir obligaciones financieras importantes, después podrá operar con sus propios ingresos. La estrategia integral del gobierno para capitalizar y sanear a la empresa incluye:
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Determinación clara de los derechos petroleros para programas de bienestar.
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Apoyo directo de Hacienda para reducir deuda financiera y comercial.
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Financiamiento gubernamental a la inversión productiva, sólo durante 2025.
La mandataria no precisó montos ni fechas específicas sobre estos apoyos ni si incluirán nuevas transferencias presupuestales, emisión de bonos o esquemas de refinanciamiento. Sin embargo, afirmó que su gobierno ya trabaja con el equipo financiero de Pemex para aplicar esta estrategia de forma progresiva y controlada.
Descarta fricciones con EE. UU. por violencia o narco política
En otro tema abordado durante su rueda de prensa, Sheinbaum descartó que el actual panorama de violencia en México ponga en riesgo la cooperación bilateral con EE. UU. en materia de seguridad. Aseguró que las decisiones de su administración están basadas en una “estrategia propia” y no bajo presiones externas.
“Hay un acuerdo de colaboración y cooperación. Somos un país soberano. Nosotros tomamos las decisiones como país soberano con Estados Unidos. Colaboramos y cooperamos, pero con soberanía”, subrayó.
También negó que su gobierno enfrente presiones por parte de Washington para extraditar a políticos mexicanos vinculados con el narcotráfico. “No hay ninguna presión. Se atienden los temas con seriedad y con respeto a la legalidad”, dijo.
Pemex, entre la deuda y la esperanza
Aunque Sheinbaum muestra confianza en que Pemex podrá operar sin ayuda estatal en tres años, analistas advierten que la petrolera enfrenta desafíos estructurales graves. Entre ellos: baja inversión en exploración, rezago tecnológico, caída en la producción, y problemas de eficiencia operativa.
La promesa presidencial genera expectativa sobre un posible giro en el futuro de Pemex, pero los próximos años serán decisivos. Especialistas del sector energético señalan que sin una reforma fiscal profunda o cambios en el modelo de negocio, la autonomía financiera de Pemex podría no sostenerse a largo plazo.
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