En la Semana de la Moda de Milán 2025, el desfile de Boss se convirtió en un escenario surrealista cuando la Mona Lisa, o más bien su réplica viviente, hizo una entrada triunfal en el front row. Detrás de esta hazaña no estaba Leonardo da Vinci, sino Alexis Stone, el artista drag británico de 31 años cuyo nombre real, Elliot Joseph Rentz, es casi un susurro frente a su legado performático. Con 1.3 millones de seguidores en Instagram, Stone transformó la pasarela en un lienzo, presentándose como la icónica pintura del Louvre con un realismo que dejó al público boquiabierto. El momento, capturado en un video viral con millones de vistas en X, redefinió los límites entre arte, moda y espectáculo.
Stone, maestro del maquillaje de efectos especiales, empleó prótesis, escultura facial y horas de preparación para encarnar a la Gioconda, desde su piel pálida hasta su enigmática sonrisa. Su aparición, con un vestido negro que evocaba el sfumato renacentista, fue un guiño reverente al cuadro más famoso del mundo, pero también un desafío al statu quo de la moda. “¿Arte? ¿Moda? ¿Meme? Todo a la vez”, tuiteó @FashionVibeIT, resumiendo la confusión magnética que generó. Con el hashtag #MonaLisaMilano, el clip acumuló 2.5 millones de interacciones, con usuarios como @ArteYModa celebrando: “Alexis Stone no solo maquilla, resucita íconos”.
Más allá del maquillaje: Un performance que desafía
Conocido por transformaciones como Cruella de Vil, Miranda Priestly o Jack Nicholson en el desfile de Balenciaga 2024, Stone no se limita a lo estético. Su trabajo es una performance cultural, estudiada con precisión quirúrgica. Cada detalle —desde las cejas arqueadas de la Mona Lisa hasta su postura serena— refleja su obsesión por las referencias históricas y cinematográficas. En Milán, su paso lento por el front row evocó una pintura cobrando vida, un “show en paralelo” que opacó incluso los diseños de Boss. Como explicó en Instagram: “No es solo maquillaje, es contar una historia que sacude”.
La elección de la Mona Lisa, parodiada y venerada por siglos, no fue casual. Stone, según Vogue Italia, buscó “homenajear el arte mientras cuestiona la efimeridad de la moda”. Su transformación tomó 12 horas, con prótesis personalizadas y técnicas de FX que recrearon hasta las grietas del lienzo en su piel. En X, @MilanFW escribió: “Alexis Stone no asiste a un desfile, lo convierte en un museo viviente”.
La aparición desató un torbellino de reacciones. Diseñadores como Hugo Boss elogiaron la audacia, mientras críticos en @ModaCritica debatieron: “¿Es respeto o apropiación cultural?”. Fans, como @DragArtNow, defendieron: “Stone honra a Da Vinci con un giro moderno; esto es arte puro”. El impacto trasciende Milán: la prensa italiana lo compara con la disrupción de Lady Gaga en pasarelas pasadas, y el Louvre, según Le Figaro, planea invitarlo para una exhibición sobre arte performático.
Con la Fashion Week aún en marcha, Stone ya prepara su próximo acto. ¿Qué ícono resucitará? Por ahora, la Mona Lisa de 2025 no solo sonrió: caminó, y el mundo no puede dejar de mirar.
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