A una semana de las elecciones presidenciales en Honduras, el país sigue atrapado en una incertidumbre que huele a crisis política. El sistema oficial de conteo continúa bloqueado por fallas técnicas atribuidas a la empresa responsable del software, mientras el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) difundió un conteo paralelo con el 92% de las actas que ratifica una ventaja mínima a favor de Nasry «Tito» Asfura. Los números del organismo independiente coinciden con los datos preliminares difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), aunque el bloqueo del sistema oficial desde el viernes alimenta sospechas, tensiones y reclamos de transparencia en todo el país.
Tensión crece mientras el sistema sigue caído
El escenario hondureño se volvió más complejo desde que el sistema de divulgación oficial dejó de actualizar información con el 88% de actas procesadas. De acuerdo con esos datos, Asfura mantiene 40,19% de los votos, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla con 39,49%. Rixi Moncada, candidata de Libre, permanece en un distante tercer lugar con 19,3%. La mínima diferencia entre los dos primeros y el estancamiento del conteo alimentan un clima de desconfianza.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, insistió en que los fallos técnicos son responsabilidad de la empresa adjudicada y no del pleno del organismo. Aseguró que quieren que la divulgación sea continua y transparente, pero la caída prolongada del sistema contradice ese objetivo y eleva la presión pública. Otra consejera del CNE, Cossette López-Osorio, fue más directa y calificó todo el proceso como «una batalla constante», señalando al marco legislativo que obliga a tercerizar sistemas críticos.
Mientras tanto, el CNA irrumpió con un conteo paralelo basado en el 92% de las actas recopiladas por voluntarios y observadores ciudadanos. Su resultado coloca a Asfura con 39,43% y a Nasralla con 37,97%. Aunque esta medición no tiene efectos legales, confirma la tendencia y mantiene el foco en la urgencia de contar con un sistema oficial operativo.
Extensión de plazos y reclamos políticos
El CNE admitió que 2.407 actas presentan inconsistencias y necesitarán un escrutinio especial voto por voto. También informó que aún faltan por computar 2.571 actas de un total de 19.152. Frente al caos técnico, extendieron plazos para presentar acciones de nulidad y recuentos: hasta el 8 de diciembre para nulidades administrativas y hasta el 15 de diciembre para solicitudes de revisión.
Nasralla denunció más de 5.000 actas con «errores graves» y pidió una revisión minuciosa, incluso un eventual recuento total. Asegura contar con el 100% de las actas físicas y afirma que estas lo colocan como ganador. Del otro lado, Tomás Zambrano, jefe de bancada del Partido Nacional, exigió rapidez al CNE para cerrar el proceso.
Mientras el sistema continúa inactivo, otro frente se abrió en San Antonio de Flores, en El Paraíso, donde la votación fue suspendida el 30 de noviembre y se reanudó este domingo para más de 5.000 electores, añadiendo presión a un proceso cargado de incertidumbre.
La presión internacional aumenta
La Misión de Observación Electoral de la OEA pidió agilizar el escrutinio y advirtió que la diferencia estrecha mantiene al país en un punto de tensión máxima. El jefe de la misión, Eladio Loizaga, recordó que la transparencia y el acceso continuo a la información son indispensables para la legitimidad del proceso.
Con un país polarizado, un sistema caído y dos candidatos separados por un margen casi simbólico, Honduras enfrenta un escenario donde cualquier movimiento puede escalar a una crisis mayor. La tecnología falló en el peor momento, y la institucionalidad está obligada a responder.
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