Una ofensiva aérea israelí contra Siria dejó al menos un muerto y casi una veintena de heridos este miércoles 16 de julio. El ataque alcanzó la capital, Damasco, y fue justificado por el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, como una medida para proteger a la comunidad drusa ante los recientes enfrentamientos armados con otros grupos dentro del país árabe.
«Las advertencias en Damasco han terminado; ahora vendrán golpes dolorosos», declaró Katz en un video difundido por redes sociales, anunciando el endurecimiento de la postura militar israelí.
De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los bombardeos se dirigieron contra cuarteles generales militares del actual gobierno interino sirio y zonas cercanas al palacio presidencial, en un ataque que representa una de las acciones más directas de Israel en territorio sirio en los últimos meses.
El trasfondo: tensión étnica y advertencias previas
La ofensiva israelí se produce tras una serie de enfrentamientos entre comunidades drusas y grupos armados beduinos sunitas en Siria. Desde el domingo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estos choques habrían dejado unas 200 personas muertas, generando una escalada de violencia étnico-religiosa en el sur del país.
Los drusos, una rama esotérica del islam chiita, representan aproximadamente el 3% de la población siria, y han ocupado históricamente una posición frágil en el equilibrio político interno. La mitad de sus cerca de un millón de seguidores vive en Siria. En Israel, la comunidad drusa mantiene fuertes lazos con el Estado y cuenta con representación en las fuerzas armadas.
A inicios de 2025, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya había advertido públicamente que no toleraría amenazas contra los drusos, tanto dentro como fuera de sus fronteras. La ofensiva de esta semana parece dar forma a esa advertencia, aunque ha provocado una respuesta inmediata de condena por parte de Damasco.
Siria denuncia acto de agresión y crimen de guerra
El gobierno sirio calificó el ataque como «comportamiento ilegal y criminal». Las autoridades no han confirmado oficialmente la cifra de muertos, pero el Ministerio de Salud sí informó sobre una veintena de heridos por los bombardeos.
En medio del creciente caos interno sirio, este nuevo episodio añade presión a un conflicto regional más amplio que involucra a múltiples actores con intereses divergentes. La participación directa de Israel en el conflicto, con ataques dirigidos contra el aparato militar del gobierno interino sirio, podría escalar las tensiones con actores como Irán o Rusia, aliados del régimen.
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