El rey Carlos III del Reino Unido condenó públicamente el ataque terrorista antisemita ocurrido en Bondi Beach, en Sídney, Australia, que dejó al menos 16 personas muertas y decenas de heridos durante una celebración de Janucá. El monarca calificó el hecho como un acto de “terrible maldad” y expresó su solidaridad con las víctimas, sus familias y la comunidad judía australiana, en un mensaje que se sumó a la ola de condenas internacionales tras uno de los episodios de violencia más graves registrados recientemente en el país.
De acuerdo con información preliminar de las autoridades, el ataque fue perpetrado por dos agresores, identificados como padre e hijo. Testigos relataron que el tiroteo se prolongó por aproximadamente diez minutos en una playa abarrotada debido a las altas temperaturas, lo que generó escenas de pánico, con cientos de personas huyendo hacia calles, parques y zonas cercanas para resguardarse.
La policía australiana confirmó que alrededor de mil personas asistían a la celebración religiosa cuando se produjo el ataque. Hasta el momento, 40 personas permanecen hospitalizadas, incluidos dos agentes de policía que resultaron heridos mientras protegían a civiles. Ambos se reportan en estado grave, pero estable. Las víctimas mortales tenían edades que oscilan entre los 10 y los 87 años.
Mensaje del monarca y condena internacional
En su pronunciamiento oficial, el rey Carlos y la reina Camila expresaron consternación y tristeza por lo ocurrido. El mensaje destacó la naturaleza antisemita del atentado y reconoció la labor de los cuerpos de emergencia y de ciudadanos que intervinieron para evitar una tragedia aún mayor.
El monarca subrayó que, incluso en momentos de profundo dolor, la sociedad australiana demuestra unidad y fortaleza, y expresó su confianza en que el espíritu comunitario prevalecerá sobre el odio. El mensaje fue difundido íntegramente por medios oficiales y reproducido ampliamente en redes sociales y medios internacionales.
El ataque en Bondi Beach ha sido calificado por diversos gobiernos y organizaciones internacionales como un atentado terrorista motivado por antisemitismo. Líderes políticos y diplomáticos manifestaron su respaldo a Australia y a la comunidad judía, al tiempo que exigieron una investigación exhaustiva y justicia para las víctimas.
Investigación en curso y refuerzo de seguridad
Las autoridades australianas informaron que las investigaciones continúan para esclarecer plenamente los motivos y la planeación del ataque. Como medida preventiva, se incrementó la presencia policial en comunidades judías y en puntos considerados sensibles, ante el riesgo de posibles incidentes adicionales.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, calificó el hecho como “un momento oscuro para nuestra nación” y afirmó que se trató de un acto de terrorismo y antisemitismo que golpeó a uno de los espacios más emblemáticos del país. Señaló que todas las agencias de seguridad trabajan de manera coordinada para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de la población.
El ataque ha reavivado el debate internacional sobre el aumento de los crímenes de odio y la violencia antisemita en distintos países, así como la necesidad de reforzar medidas de prevención y protección en eventos públicos y celebraciones religiosas.
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