El presidente de EE. UU., Donald Trump, busca alcanzar un acuerdo con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para frenar la guerra en Ucrania mediante una negociación que incluiría la cesión de territorios ocupados por Rusia desde 2014 y 2022. Según un reporte de Bloomberg divulgado este 8 de agosto, funcionarios estadounidenses y rusos sostienen conversaciones reservadas para allanar el camino a una cumbre bilateral la próxima semana.
Personas cercanas a las negociaciones, citadas por el medio, aseguraron que el gobierno de Trump estaría considerando reconocer la ocupación rusa de Crimea y del este de Donbás como parte de un pacto para congelar el conflicto. El acuerdo, aún en fase de definición, también contemplaría un alto al fuego y el inicio de negociaciones técnicas hacia la paz definitiva.
Zelenski quedaría ante un dilema: ceder o quedar aislado
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se enfrentaría a la presión de aceptar un escenario impuesto desde Washington y Moscú, según los informes. Kiev tendría que retirar sus tropas de sectores de Donetsk y Lugansk que aún controla, además de renunciar oficialmente a Crimea, anexionada por Rusia en 2014. Esto significaría una victoria territorial para el Kremlin sin necesidad de avanzar militarmente.
El riesgo para Ucrania, según las fuentes citadas, es que se le presente un acuerdo tipo “lo tomas o lo dejas”. Además, incluiría exigencias como adoptar un estatus neutral y abandonar sus aspiraciones de integrarse a la OTAN. Hasta ahora, Zelenski ha sostenido que no reconocerá ninguna cesión territorial ni aceptará una paz impuesta.
Europa teme un alto al fuego que beneficie a Moscú
Algunos aliados europeos de EE. UU. temen quedar al margen de las negociaciones mientras Rusia conserva posiciones clave, como la planta nuclear de Zaporiyia. También se alerta sobre la posibilidad de que el Kremlin utilice una tregua para rearmarse y retomar la ofensiva más adelante.
Según Bloomberg, el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se ha reunido cinco veces con Putin desde febrero. Ambos mandatarios han sostenido al menos seis llamadas para discutir las condiciones del acuerdo. Trump, quien volvió a la Casa Blanca en enero con la promesa de frenar la guerra, ha mostrado frustración ante la negativa de Putin a aceptar un alto al fuego inmediato.
Presión económica contra aliados de Moscú
En paralelo a las pláticas, Trump ha elevado la presión económica contra países que compran energía rusa. Esta semana duplicó los aranceles a productos provenientes de India, hasta un 50%, como medida indirecta para castigar la compra de petróleo ruso. Washington advirtió que impondrá sanciones similares a otras naciones si Moscú no acepta el cese al fuego antes del viernes.
En el plano territorial, Rusia conservaría las regiones ucranianas de Jersón y Zaporiyia bajo las líneas actuales de control. Sin embargo, no se ha confirmado si Moscú está dispuesto a ceder parte del territorio que ocupa, ni si los términos definitivos del acuerdo serán aceptables para todas las partes involucradas.
El desenlace de estas conversaciones podría redefinir el mapa político europeo, mientras la guerra en Ucrania entra en su cuarto año sin una solución a la vista.
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