El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue categórico: Kiev no entregará ni un metro de su territorio a Rusia como condición para terminar la guerra. Su mensaje se dio en medio de tensas maniobras diplomáticas internacionales, días antes de la reunión prevista entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladímir Putin, programada para el 15 de agosto en Alaska.
El anuncio de la cumbre, hecho por Trump el viernes, encendió las alarmas en Kiev, ya que Zelenski no fue invitado a participar. Fuentes diplomáticas han filtrado que Washington y Moscú discutirían un posible acuerdo para consolidar la ocupación rusa de los territorios tomados desde el inicio de la invasión hace casi cuatro años.
Según estas versiones, el Kremlin exigiría que Ucrania reconociera la anexión de Crimea, efectuada en 2014, y renunciara al control del Donbás, además de retirar tropas de las áreas que aún mantiene en Lugansk y Donetsk.
El rechazo de Zelenski se produjo mientras asesores de seguridad de Estados Unidos, Europa y Ucrania se reunían en el Reino Unido. El objetivo: buscar un marco común para negociar un alto el fuego y preparar propuestas antes de que Trump y Putin se vean cara a cara.
Europa plantea alto el fuego como primer paso
La reunión, celebrada en Chevening House, Kent, fue copresidida por el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, y el vicepresidente estadounidense, JD Vance. Participaron también de forma virtual varios altos funcionarios estadounidenses. De acuerdo con The Wall Street Journal, las potencias europeas presentaron una contrapropuesta que colocaría como primer requisito el cese inmediato de hostilidades.
En paralelo, Zelenski mantuvo conversaciones telefónicas con el primer ministro británico Keir Starmer, así como con los líderes de Francia, Finlandia, España, Dinamarca y Estonia. “Ucrania está lista para decisiones reales que puedan traer la paz. Cualquier decisión sin Ucrania es, en realidad, una decisión contra la paz”, subrayó el presidente ucraniano.
El presidente francés, Emmanuel Macron, coincidió con este planteamiento. En su cuenta de X, afirmó que “el futuro de Ucrania no puede decidirse sin los ucranianos” y recalcó que la seguridad europea está directamente ligada al desenlace del conflicto.
Mientras tanto, en Rusia, Putin sostuvo una llamada con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Fue la más reciente de una serie de contactos internacionales tras su reunión con Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos.
Para Ucrania ceder territorio equivale a renunciar a la integridad
La posición de Kiev también responde al temor de que un acuerdo apresurado valide conquistas militares obtenidas mediante la fuerza, lo que, según expertos en derecho internacional, socavaría el orden legal global. Para Ucrania, ceder territorios equivaldría a renunciar a la integridad reconocida por su Constitución y por acuerdos internacionales como el Memorándum de Budapest de 1994.
Los próximos días serán decisivos. La cumbre de Alaska podría marcar el rumbo de las negociaciones, pero también abrir un frente de tensión entre Washington y sus aliados europeos si se confirma que el plan sobre la mesa implica concesiones territoriales.
Zelenski insiste en que la única paz viable es aquella que no legitime la ocupación y que garantice la seguridad de su país a largo plazo.
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