El coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, esquivó este jueves las preguntas sobre rumores de que dejará su cargo en octubre para asumir un puesto como embajador, en medio del escándalo por la orden de aprehensión contra su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez, acusado de liderar el grupo criminal “La Barredora”. Tras la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, López abandonó el recinto de Xicoténcatl rodeado de su equipo de seguridad, quien intentó impedir el acceso de reporteros y camarógrafos, llegando incluso a arrojarles agua para dispersarlos.
Al ser interrogado sobre las versiones periodísticas que sugieren su salida en octubre —posiblemente hacia una embajada— y su postura ante la denuncia del PAN ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presuntos vínculos con el crimen organizado durante su gubernatura en Tabasco, López se limitó a responder: “No, yo no acostumbro a dar declaraciones, muchas gracias”. A pesar de la insistencia de los periodistas, el senador subió a su camioneta blindada y abandonó el lugar sin ofrecer aclaraciones, manteniendo un silencio que ha alimentado especulaciones sobre su futuro político.
El caso de Bermúdez, prófugo desde enero con una ficha roja de Interpol, ha puesto a López bajo presión, especialmente tras reportes que lo vinculan con la designación de su excolaborador, señalado como líder de “La Barredora”, un grupo asociado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Aunque Morena y la presidencia han cerrado filas en su defensa, afirmando que no hay investigaciones formales contra él, la falta de respuestas públicas ha intensificado las críticas de la oposición, que exige su renuncia. Los rumores sobre un posible traslado diplomático, como a Francia o Portugal, circulan como una salida estratégica, pero sin confirmación oficial, el senador mantiene su posición ambigua, dejando el tema en el aire mientras el escándalo sigue creciendo.
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