Autoridades de Estados Unidos aumentaron la recompensa por Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como “Alfredillo”, a 10 millones de dólares, la misma cifra que se ofrece por su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de la facción “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa. La medida busca fortalecer la captura de uno de los miembros más buscados del cártel, que ha operado de manera discreta, manteniendo un perfil bajo, aunque considerado clave en la expansión del tráfico de drogas hacia Estados Unidos. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) alertó que Alfredo debe considerarse armado y peligroso, y publicó su ficha de búsqueda junto con escasas imágenes del sujeto.
El trasfondo criminal y operativo de “Alfredillo”
Jesús Alfredo nació el 17 de mayo de 1986 y es hijo de María Alejandrina Salazar y del notorio Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Su trayectoria delictiva lo ubica entre los 10 criminales más buscados por la DEA desde 2018, vinculado principalmente al tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Los informes de las autoridades estadounidenses detallan que “Los Chapitos” manejan operaciones de cocaína, marihuana y fentanilo, controlando rutas estratégicas desde Sinaloa hacia el poniente de Sonora, así como los estados de Nayarit, Chihuahua y Baja California Sur.
La Fiscalía General de la República ha documentado que estas operaciones incluyen soborno a autoridades, adquisición de armas, amenazas, secuestros y lavado de dinero. La sofisticación de sus negocios se ha ampliado a la creación de laboratorios de fentanilo, una de las drogas más letales en el país vecino. La disputa reciente con la facción de “La Mayiza”, encabezada por los hijos de Ismael Zambada García —quien esta semana se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos— ha intensificado los enfrentamientos armados en la región.
Recompensas y estrategias de captura
El incremento de la recompensa para Alfredo busca equipararla a la de su hermano Iván Archivaldo, reconociendo que su rol dentro del cártel es fundamental, aunque mediáticamente menos visible. ICE enfatizó que Jesús Alfredo debe considerarse un sujeto de alto riesgo y pidió colaboración ciudadana para su localización, asegurando la confidencialidad de las fuentes de información. La recompensa se ofrece por datos que conduzcan directamente a su detención y posterior procesamiento federal.
Las autoridades estadounidenses subrayan que todos los miembros de “Los Chapitos” están vinculados a acusaciones federales por tráfico ilícito de drogas y representan un riesgo significativo tanto en Estados Unidos como en México. La acción refleja un esfuerzo coordinado entre agencias internacionales para desmantelar la estructura operativa de este cártel y reducir el impacto de su violencia y tráfico de estupefacientes.
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