La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que no tiene información sobre un posible acuerdo entre el gobierno de Estados Unidos y tres narcotraficantes mexicanos, mediante el cual se habría retirado la posibilidad de aplicarles la pena de muerte. Aseguró que ese tipo de decisiones competen exclusivamente a Washington y evitó emitir un juicio sobre las implicaciones del caso.
Durante su conferencia matutina, la mandataria fue cuestionada sobre si su administración pediría explicaciones al respecto. En respuesta, afirmó que no ha recibido ninguna notificación oficial y reiteró que no se conocen detalles de ningún acuerdo. “No sabemos qué acuerdo tengan con esta persona. Ninguno de los que estamos aquí sabemos qué acuerdo hay porque no es público”, dijo.
El gobierno de EE. UU., encabezado por el presidente Donald Trump, confirmó el día anterior que no buscará la pena capital contra Rafael Caro Quintero, Ismael “El Mayo” Zambada y Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, todos actualmente en cárceles estadounidenses. La decisión fue revelada a través de documentos del Departamento de Justicia.
La postura de México frente a la pena de muerte y las extradiciones
Sheinbaum insistió en que su gobierno está en contra de la pena de muerte, una posición que, recordó, ha sido históricamente sostenida por México. Al mismo tiempo, aseguró que su administración continuará colaborando en los procesos de extradición siempre que se garantice que estas acciones representen beneficios para el país.
Al ser cuestionada sobre si la negativa de EE. UU. a aplicar la pena capital podría afectar futuras extradiciones de narcotraficantes, como sucedió con Ovidio Guzmán, la presidenta evitó especular. “No conocemos que lo vayan a liberar, por ejemplo, no lo sabemos. Hay acuerdos de extradición y todo lo que tenga que ver con un beneficio para nuestro pueblo, vamos a actuar siempre”, explicó.
Por el momento, el gobierno mexicano no ha solicitado una revisión formal del caso ni ha manifestado inconformidad pública con la decisión de las autoridades estadounidenses.
Capos de alto perfil quedan exentos de la pena capital en EE. UU.
El caso ha generado controversia debido a que uno de los narcotraficantes beneficiados, Rafael Caro Quintero, ha sido señalado por su presunta responsabilidad en el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985.
Durante las etapas previas del proceso judicial, el Departamento de Justicia había considerado la posibilidad de solicitar la pena de muerte contra Caro Quintero, Zambada y Carrillo Fuentes. Sin embargo, en su última actualización, la dependencia informó que se ha descartado esa vía.
El documento no explica los motivos detrás del cambio de postura. Tampoco se aclara si esta decisión forma parte de una negociación más amplia ni si tendrá impacto en otros casos de narcotráfico en curso.
De los tres capos mencionados, Zambada es el único que nunca ha sido capturado por las autoridades mexicanas. Su estatus legal actual ante el sistema judicial estadounidense sigue siendo incierto, aunque su nombre aparece como uno de los beneficiarios de la decisión.
Hasta ahora, el Ejecutivo federal ha evitado emitir críticas hacia Washington por la medida. Sheinbaum se limitó a decir que “son decisiones del gobierno de Estados Unidos” y enfatizó que no se conoce ningún plan de liberación anticipada para los detenidos.
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