La presidenta Claudia Sheinbaum fue incluida por The New York Times en su prestigiosa lista de las 67 personas con mejor estilo del año, junto a figuras como Rosalía, Kendrick Lamar, los hermanos Gallagher, Sabrina Carpenter y el Papa León XIV. El medio estadounidense destaca su uso constante de textiles y bordados artesanales indígenas, convirtiendo su vestimenta en una herramienta política y cultural.
“En su primer año en el cargo, la presidenta de México ha puesto el foco sobre la moda indígena del país al usar ropa bordada y tomar medidas contra las grandes marcas que imitan el trabajo de artesanos locales”, resalta el texto de la publicación.
De la practicidad al símbolo político
El guardarropa de Sheinbaum ha evolucionado notablemente. En sus inicios, priorizaba la comodidad; como jefa de Gobierno de CDMX, incorporaba guiños sutiles como mascadas tradicionales. Durante la campaña presidencial, los huipiles y prendas artesanales se volvieron centrales en su discurso de inclusión y defensa cultural.
Desde su toma de posesión, ha mantenido esta línea en eventos oficiales, giras y cumbres internacionales.
El gusto por estas piezas es herencia familiar: su madre, Annie Pardo, la llevaba de niña a Ometepec, Guerrero, a comprar huipiles. “El amor por ustedes, las mujeres artesanas, me viene de pequeña, del cariño que siempre tuvo mi madre y que nos transmitió”, ha dicho Sheinbaum.
Artesanas detrás de la corona
Detrás de cada prenda hay manos expertas:
- Claudia Vásquez Aquino → Bordó el vestido de toma de protesta.
- Olivia Trujillo Cortez → Confeccionó su vestido de boda y el saco púrpura para el G7.
- Thelma Islas Laguna, Crystel Martínez Torres y Virginia Verónica Arce → Otras colaboradoras frecuentes.
El equipo de Sheinbaum contacta directamente a las artesanas. “Me siento muy orgullosa. Las piezas las hago como si fueran para mí, con mucho amor”, contó Vásquez Aquino a EL PAÍS.
The New York Times también resalta la acción de Sheinbaum contra plagios. En agosto de 2025, condenó la colaboración de Adidas con Willy Chavarria por el “Oaxaca Slip-On”, que imitaba huaraches zapotecos sin crédito ni beneficio a comunidades. “Estamos trabajando una ley para garantizar sanciones”, declaró.
Adidas y Chavarria pidieron disculpas públicas y se comprometieron a colaborar con artesanos de Villa Hidalgo Yalálag.
Este reconocimiento internacional posiciona a Sheinbaum como líder que fusiona poder y cultura, usando la moda como acto de resistencia y orgullo indígena. En un año de controversias, su estilo habla más alto que las críticas.
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