El Gobierno federal destacó que la ampliación de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de Cancún avanza como una de las obras más relevantes del año dentro del plan nacional para inyectar 129 mil 139 millones de pesos en infraestructura aeroportuaria. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) detalló que sólo en 2025 se destinaron 36 mil 503 millones de pesos a intervenciones en 62 terminales del país, combinando recursos públicos y privados. La magnitud del proyecto en Cancún abre preguntas necesarias sobre la capacidad futura del destino, el ritmo de crecimiento turístico y el impacto urbano que generarán las nuevas instalaciones. Además, el paquete de inversiones coloca a Quintana Roo entre las regiones con mayor dinamismo aeroportuario del país.
Expansión estratégica en Cancún dentro del plan nacional
Las intervenciones prioritarias anunciadas por la SICT incluyen acciones en Puerto Vallarta, Tijuana, Mérida y Chihuahua. Sin embargo, la ampliación de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) sobresale por su escala y por el flujo de pasajeros que maneja la ciudad, considerado uno de los más altos del país. Según la dependencia, la ampliación forma parte del plan quinquenal de inversiones de Aeropuertos del Sureste (Asur) para el periodo 2024-2028, que asciende a 28 mil 496 millones de pesos.
De ese total, el 75% se enfoca exclusivamente en Cancún. Son 24 mil 477 millones de pesos destinados al AIC para obras que buscan modernizar y ampliar la capacidad operativa. La distribución anual muestra incrementos significativos: 2 mil 624 millones en 2024, 4 mil 493 millones en 2025 y un pico de 5 mil 500 millones en 2026. Después, los recursos bajan a 3 mil 861 millones en 2027 y suben nuevamente a 4 mil 999 millones en 2028.
Las ampliaciones no se limitan a la Terminal 1. Desde octubre de 2024, Asur cuenta con autorización ambiental para ampliar también la Terminal 4 (T4), cuya superficie actual es de 79 mil 381 metros cuadrados. Las posiciones de aeronaves, tanto de contacto como remotas, se duplicarán, lo que implica una reconfiguración importante de la operación aérea del aeropuerto más transitado del Caribe mexicano.
Un componente crucial del proyecto es la construcción de una nueva torre de control de 42 metros de altura, pensada para gestionar el tráfico creciente y mejorar la seguridad aérea. Además, se desarrolla un edificio corporativo de tres niveles que concentrará oficinas de seguridad y salas de capacitación.
Obras avanzan en dos terminales simultáneamente
Reportes recientes indican que los trabajos son visibles desde hace al menos dos meses en ambas terminales intervenidas. La actividad continúa acelerándose conforme avanzan los contratos vinculados al plan de inversión de Asur y las metas marcadas por el Gobierno federal. La combinación de ampliaciones, nuevas posiciones de aeronaves y el desarrollo de infraestructura operativa busca preparar al aeropuerto para la próxima década, cuando la demanda turística podría superar niveles históricos.
Aunque las obras representan un impulso económico para la región, también abren discusiones sobre movilidad, uso de suelo y capacidad urbana. El crecimiento acelerado de la infraestructura aérea suele generar presiones en servicios, transporte público y zonas aledañas. Pero la expectativa de mayor conectividad y un aeropuerto más robusto ofrece a Quintana Roo una ventaja competitiva clave en el mercado internacional de turismo.
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