A las 13:30 horas de hoy, 90 efectivos del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano partieron desde la Base Aérea Militar No. 1 en Santa Lucía, Estado de México, hacia el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo y Costilla en Guadalajara. Este despliegue, a bordo de un avión C-130 Hércules, responde a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública para reforzar las operaciones de la 15/a y 41/a Zonas Militares en Jalisco, un estado clave afectado por la actividad del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El objetivo es claro: inhibir las actividades ilícitas de grupos delictivos que operan en la región, según un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Las acciones se realizarán conforme a la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, respetando los derechos humanos. Jalisco, que reportó 19,324 delitos en el primer bimestre de 2025 (5.99% del total nacional), ocupa el cuarto lugar en incidencia delictiva, con 617 homicidios dolosos de enero a mayo, incluyendo 10 feminicidios, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
A pesar de una reducción del 25% en la tasa de homicidios dolosos en comparación con 2024, Jalisco sigue siendo un foco de violencia. En abril, el CJNG lanzó una ofensiva en 30 municipios de Jalisco, Michoacán y Guanajuato, con bloqueos y enfrentamientos tras un operativo militar fallido, según El Universal. Además, el caso del rancho en Teuchitlán, ligado a desapariciones masivas y reclutamiento forzado, ha intensificado la atención sobre la entidad, donde se sospecha colusión de funcionarios, reportó Milenio.
Retos de seguridad y violencia de género
Jalisco también enfrenta altos índices de violencia de género, destacando el reciente asesinato de una joven en Guadalajara con un rifle AR-15, que desató protestas, según Proceso. Aunque las desapariciones forzadas han disminuido, la entidad permanece entre las de mayor incidencia. El despliegue de los 90 efectivos busca fortalecer la presencia militar para contener al CJNG y otros grupos, en un contexto donde la cooperación con la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina (SEMAR) es crucial, como se vio en la reciente detención de Ulises “N” en Jalisco, líder de La Barredora en Tabasco, según un post en X.
La llegada de estas Fuerzas Especiales, entrenadas para operaciones de alto impacto, refuerza la estrategia de la administración de Claudia Sheinbaum, que incluye la colaboración con EE.UU. para capacitar a la Marina mexicana, según Reuters. Sin embargo, la militarización de la seguridad, como la transferencia de la Guardia Nacional al control militar en 2024, ha generado críticas por riesgos a los derechos humanos, según Human Rights Watch. Este despliegue en Jalisco busca revertir la percepción de inseguridad en un estado estratégico, mientras la sociedad exige resultados frente a la violencia persistente.
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