Una cámara de videovigilancia captó el momento exacto en que un proyectil destruyó la puerta de entrada de la prisión de Evin, ubicada en Teherán. Israel lanzó el ataque como parte de una ofensiva contra centros clave del aparato represivo iraní.
La televisión estatal iraní difundió este lunes imágenes en blanco y negro que muestran la explosión en la entrada del complejo penitenciario de Evin, temido por disidentes y ciudadanos occidentales detenidos. El gobierno israelí confirmó que este bombardeo forma parte de una operación más amplia contra “agencias de represión gubernamental”.
Un ataque con fuerte carga simbólica
Medios iraníes afirmaron que el proyectil pudo haber sido lanzado desde un dron, aunque esa información sigue sin confirmarse. La explosión destruyó por completo una de las puertas principales y provocó daños materiales. Las autoridades aseguraron que la situación se encuentra “bajo control”.
La prisión de Evin es famosa a nivel internacional por albergar a prisioneros políticos, opositores, ciudadanos con doble nacionalidad y rehenes usados como moneda de cambio. La Guardia Revolucionaria, bajo las órdenes del ayatollah Alí Khamenei, administra unidades especializadas dentro del complejo.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, informó que su país lleva a cabo “ataques sin precedente contra centros del régimen”, entre ellos los comandos de la milicia Basij y la Guardia Revolucionaria. Para Katz, Evin representa uno de los pilares del aparato represivo iraní.
Expansión del frente militar israelí
Desde el 13 de junio, Israel ha intensificado su ofensiva contra Irán. Bombardeó instalaciones nucleares, centros de mando, medios estatales y ahora golpea la prisión más simbólica del país. Esta escalada ha desatado especulaciones sobre un posible objetivo estratégico más amplio: derribar el régimen de Khamenei.
El ejército israelí explicó que sus ataques contra la Guardia Revolucionaria buscan debilitar las estructuras que sostienen al régimen. Afirmó que esas fuerzas actúan para reprimir amenazas internas y proteger al liderazgo iraní.
Fuentes occidentales calculan que en Evin permanecen al menos 20 ciudadanos europeos como rehenes. Varios de esos casos siguen sin hacerse públicos. Estados Unidos y la Unión Europea han sancionado a esta prisión por graves abusos de derechos humanos.
Israel sostiene que las capacidades nucleares y militares de Irán representan una amenaza “existencial”. Con los nuevos ataques a símbolos del poder interno, intenta debilitar la estructura del régimen y enviar un mensaje claro: ningún bastión está fuera de su alcance.
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