El presidente de EE. UU., Donald Trump, firmó este domingo una declaración de emergencia para atender el desastre provocado por las devastadoras inundaciones en Texas, donde ya se contabilizan 68 personas fallecidas, entre ellas al menos 21 niños.
“Estas familias están sobrellevando una tragedia inimaginable, se han perdido muchas vidas y muchos más siguen desaparecidos”, escribió Trump en Truth Social, al anunciar la medida.
La decisión permite desplegar recursos federales para apoyar a los rescatistas que continúan maniobrando en terrenos escarpados, removiendo escombros y buscando sobrevivientes. El epicentro de la tragedia es el condado Kerr, donde se han encontrado 59 cuerpos desde el sábado.
Al menos 11 niñas siguen desaparecidas, todas pertenecientes al Campamento Mystic, una instalación cristiana para menores de edad ubicada cerca del río Guadalupe, cuyas aguas crecieron de forma repentina.
Entre los confirmados muertos está una niña de ocho años procedente de Alabama y el director de un campamento cercano. La lista oficial de desaparecidos aún no ha sido divulgada.
Los equipos de rescate enfrentan enormes desafíos: árboles caídos, automóviles volcados y estructuras colapsadas dificultan el acceso a las zonas más afectadas. A pesar de las advertencias meteorológicas previas, muchos residentes y campistas fueron sorprendidos por la magnitud del evento durante la madrugada.
Impacto regional y respuesta del gobierno
Además del condado Kerr, se confirmaron cuatro muertes en Travis, tres en Burnet y una en Kendall. Las autoridades estatales y federales han establecido centros de evacuación y distribución de ayuda humanitaria.
El presidente Trump reiteró su compromiso con las comunidades afectadas y aseguró que las operaciones de rescate continuarán «hasta que todos sean encontrados». La declaración de emergencia activa fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), logística militar y asistencia médica.
Testimonios estremecedores de los sobrevivientes
Varias personas compartieron relatos de horror: muchos se refugiaron en los áticos de sus casas mientras el agua subía rápidamente. Otros se aferraron a árboles y techos, rezando por sus vidas.
En el Campamento Mystic, una cabaña llena de niñas fue rescatada usando una cuerda tendida por los rescatistas. Con el agua hasta las piernas, cruzaron un puente dañado bajo condiciones extremas.
Las autoridades locales han identificado la región como parte del “callejón de inundaciones repentinas”, debido a su topografía montañosa y a la cercanía con cuerpos de agua. No obstante, la intensidad del diluvio superó todos los registros recientes.
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