El Departamento de Justicia de EE. UU. ha solicitado reunirse con Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual, para interrogarla en torno a su vínculo con Jeffrey Epstein. El anuncio desató una nueva ola de tensiones entre los simpatizantes del presidente Donald Trump, que exigen total transparencia en el manejo del caso.
Todd Blanche, fiscal general adjunto y mano derecha de la fiscal Pam Bondi, publicó en X que «por primera vez, el DOJ se acerca a Ghislaine Maxwell para preguntarle: ¿Qué sabe usted?». Añadió que ha contactado a su abogado para coordinar una reunión, indicando que «nadie está por encima de la ley y ninguna pista está descartada».
Maxwell cumple una condena de 20 años por colaborar en la red de abuso sexual operada por Epstein, quien murió en prisión en 2019. Su testimonio podría ser clave para esclarecer si otras figuras públicas estuvieron implicadas.
Trump respalda a Bondi, pero la base MAGA se divide
David Oscar Markus, abogado de Maxwell, confirmó el acercamiento del Gobierno y dijo a CNN que su clienta «siempre testificará con veracidad». Aunque la Casa Blanca negó haber impulsado directamente la acción, el presidente Trump calificó la medida como «apropiada» y afirmó que no fue informado previamente.
Sin embargo, las reacciones en su base política no fueron unánimes. Grupos vinculados al movimiento MAGA acusaron a la administración de evadir su promesa de revelar una supuesta lista de clientes de Epstein. Esa presión interna ha obligado a Trump a tomar distancia de algunos seguidores. «¡Ya no quiero su apoyo!», lanzó días atrás.
Pam Bondi, exfiscal de Florida y figura cercana al presidente, ha sido la encargada de reactivar los procedimientos relacionados con Epstein desde el regreso de Trump al poder. El objetivo, afirman desde el DOJ, es «buscar justicia dondequiera que los hechos lo requieran».
La tensión escaló la semana pasada cuando The Wall Street Journal publicó una carta supuestamente enviada por Trump a Epstein con contenido «obsceno», lo que el presidente calificó como «falso» y parte de una nueva «cacería de brujas».
El Departamento de Justicia y el FBI concluyeron recientemente que no existe evidencia de una lista secreta de cómplices influyentes, lo que generó descontento entre quienes esperaban revelaciones explosivas. Blanche insistió en que «en la revisión exhaustiva de los archivos del FBI, no se descubrió prueba alguna que permitiera investigar a terceros no acusados».
Maxwell, como figura central en la operación de Epstein, podría ahora abrir nuevas líneas de investigación o cerrar definitivamente un capítulo que ha dañado la confianza en las instituciones.
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