El megaincendio que se desató el martes 5 de agosto en el macizo de Corbières, al suroeste de Narbona, ha consumido más de 16,000 hectáreas, convirtiéndose en el incendio forestal más grave en Francia desde 1949, según El Mundo y EFE. Una mujer de edad avanzada falleció en Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse al negarse a evacuar su hogar, y otras tres personas están desaparecidas. Dos civiles y once bomberos resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, reportó La Patilla.
El fuego, impulsado por vientos de 40-50 km/h, temperaturas superiores a 30°C y una sequedad extrema, sigue activo, aunque su avance se ha ralentizado, según el coronel Christophe Magny en France Info.


Esfuerzos de contención y daños
Más de 2,000 bomberos, apoyados por cuatro hidroaviones Canadair, dos bombarderos Dash y tres helicópteros, trabajan en un perímetro de 80-90 km, con refuerzos adicionales en camino, según DW. Lucie Roesch, secretaria de la prefectura de Aude, destacó que la prioridad es proteger a la población y los bienes, dado el riesgo de reactivación de focos en una vegetación extremadamente seca.
El incendio ha destruido 25 viviendas, 30 vehículos y miles de hectáreas de bosques y viñedos, según El Debate. La autopista A9, que conecta con la frontera española en La Jonquera, permanece cerrada en Rivesaltes, causando retenciones de tráfico, reportó El Confidencial.


Causas y contexto climático
El alcalde de Ribaute, Alain Coste, sugirió en TF1 que el incendio pudo originarse por una colilla, aunque la investigación sigue en curso. Siete departamentos mediterráneos, incluido Aude, están en alerta máxima por riesgo de incendios debido a la sequía y el calor extremo, según Le Figaro.
Expertos vinculan la intensidad del siniestro al cambio climático, que agrava las condiciones en la región, donde 15,000 hectáreas han ardido en 9,000 incendios este verano, según BBC. Un incendio previo en Bages, cerca de Narbona, consumió 2,000 hectáreas el 7 de julio, evidenciando la recurrencia de estos eventos.

El primer ministro François Bayrou visitará la zona este jueves para supervisar las operaciones, mientras la Unión Europea ofreció apoyo, aunque Francia lo declinó por ahora, según Ecoticias.
En X, usuarios como @franceinfo atribuyen el siniestro al cambio climático, exigiendo soluciones urgentes. La comunidad local, afectada por la pérdida de viñedos y hogares, organiza donaciones a través de Aude Solidarité, según L’Indépendant. El incendio, comparado con el de Landiras (2022, 12,500 hectáreas), subraya la urgencia de medidas preventivas en el Mediterráneo francés.
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