Angie Corine, la rapera de 26 años nacida en Alabama (EE. UU.) y radicada en España desde los seis, irrumpe en la música urbana con un estilo que desafía el canon progresista del género: camisetas con la bandera española, símbolos taurinos y letras que arremeten contra okupas, inmigración y Pedro Sánchez. Viral en TikTok con más de un millón de vistas en su video confesando «confío plenamente en Santiago Abascal», Corine se ha convertido en la «musa de Vox», actuando en mítines del partido y chateando con su líder por Instagram. «El tiempo me dará la razón», declara en clips que suman millones, mientras prepara un disco homónimo España con ocho temas y colaboraciones de «artistas que piensan como yo».
Su ascenso, de YouTuber a estrella controvertida, refleja un giro en la juventud: encuestas del CIS muestran que el 17,7% de los jóvenes varones se inclina por Vox, impulsando esta «rebeldía de derechas» que el ensayista Pablo Stefanoni califica de «nuevo sentido común antiprogresista». En un rap tradicional de izquierda, Corine invierte el guion: «¡Viva el comunismo! Ja, ¿te imaginas? Que entro en mi casa y tengo un okupa en la cocina», rapea en España 2, su hit que acumula 47.000 vistas en YouTube y ha disparado sus seguidores en 25.000 en un día.
De Alabama a Vistalegre
Corine, cuyo padre fue acróbata de circo, creció entre programas como Tú sí que vales y actuaciones callejeras antes de aterrizar en España. Su carrera musical arrancó hace siete años, pero explotó en 2023 con TikToks e Instagram, donde pasó de un millón de suscriptores en YouTube a viralidad política.
«Subí una foto con Abascal y perdí seguidores, pero gané nuevos», confiesa en un short que supera las 100.000 vistas.
Rechazada por la industria «por mi ideología», según ella en El Español, encontró eco en Vox: actuó en Europa Viva 25 en Vistalegre, el mitin ultraderechista con Le Pen y Salvini bajo el lema «la reconquista».
Sus señas: tatuajes, rizos rubios y estética «tradwife» con toques patrióticos. Críticas no faltan: en El Plural, la tildan de «altavoz de la ultraderecha», acusándola de bulos sobre inmigración y «gastos abusivos en ayudas». Ella responde: «No recibo sueldo de Vox, solo cobro por eventos puntuales», aclarando en 101TV que su nómina es independiente.
Letras que arden: Contra Sánchez, okupas y «la plaga socialista»
España 2, su último bombazo, ironiza sobre impuestos y paro: «De to’ lo que gano la mitad va pa’ la vecina y la otra pa’ Pedro pa’ que viaje a Filipinas». El clip, con banderas y toros, ha generado memes y debates: «La trapera de Vox» en X, donde @DNewsOK anuncia su disco con 12 likes. Apoya a Abascal como «tito Santi» en letras, y en videos defiende: «Los empresarios recurren a inmigrantes ilegales por impuestos abusivos». Polémicas extras: su pasado en OnlyFans, revelado en Esdiario, la pilló en «fotos picantes», pero ella lo minimiza como «trabajo previo».
No es sola: BB Trickz, hispano-canadiense, admira a Trump y mezcla trap sexual con iconografía trumpista, creando controversia similar. Stefanoni explica en El País: «La derecha ve a las élites como izquierdistas; la rebeldía ahora es conservadora, eficiente para captar jóvenes».
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