La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, admitió el pasado domingo que el proceso de votación para elegir personas juzgadoras en México presentó varias fallas, entre ellas la baja participación y el desconocimiento generalizado sobre los candidatos. En sus palabras, este ejercicio inédito es «perfectible» y deberá afinarse para futuras ediciones.
Desde Isla Mujeres, tras inaugurar el nuevo centro de operaciones C2, Lezama destacó que la participación ciudadana en Quintana Roo osciló entre el 12 y el 13 por ciento, cifras similares al promedio nacional. Reconoció que, si bien se trató de un hecho histórico, la falta de información, el exceso de candidatos y las condiciones laborales impidieron una mayor asistencia a las urnas.
Falta de información y exceso de nombres en boletas
La mandataria estatal subrayó que uno de los principales obstáculos fue la poca difusión de información sobre los aspirantes. «La gente no sabía por quién votar. Me decían que había muchos nombres y no sabían quién era quién», afirmó. Esta confusión, añadió, generó desinterés y temor en parte del electorado.
A esto se sumó el hecho de que la jornada coincidió con un día laboral común en la industria turística del estado. «No fue un día libre, como una elección constitucional. La gente tenía miedo de llegar tarde al trabajo, de que les descontaran el día. Eso también influyó», declaró Lezama.
La gobernadora subrayó que es necesario revisar todos los aspectos del proceso:
«Todo es perfectible y mejorable, todo, todo, todo. Lo que se mida, que se mida, y lo que no se pueda medir, que se deseche».
Consideró que la experiencia debe servir como diagnóstico para corregir errores y mejorar la organización de este tipo de ejercicios.
Aunque la participación fue baja, Lezama señaló que el proceso abrió un debate importante sobre el papel del Poder Judicial en la vida democrática del país. «Cuando se dimensione la importancia de este poder, la gente participará más. Se trata de uno de los pilares de la democracia», concluyó.
Un proceso inédito y polémico
La elección judicial de 2025 marcó un hito en la historia democrática de México, al ser la primera vez que jueces, magistrados y ministros fueron elegidos por voto popular. Esta reforma, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, buscó democratizar el Poder Judicial y eliminar la corrupción en una institución ampliamente percibida como opaca.
Sin embargo, el proceso no estuvo exento de críticas. La baja participación, estimada en un 13% a nivel nacional, generó cuestionamientos sobre la legitimidad de los resultados. Además, la complejidad del proceso, con más de 7,700 candidatos para 2,600 cargos y una logística electoral limitada por recortes presupuestales, dificultó la comprensión y el acceso al voto para muchos ciudadanos.
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