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    Trump: “Irán debe ahora acceder a la paz, o iremos por otros objetivos”

    El presidente Donald Trump advirtió este sábado que Estados Unidos atacará más objetivos en Irán si el régimen no acepta poner fin a su programa nuclear y optar por la vía diplomática. “Habrá paz o habrá una tragedia para Irán mucho mayor de la que hemos presenciado en los últimos ocho días”, afirmó el mandatario durante un mensaje televisado desde la Casa Blanca.

    Trump, flanqueado por su vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth, anunció que los recientes ataques a las centrales nucleares de Irán —Fordow, Natanz e Isfahan— fueron un “éxito militar espectacular”. Según dijo, las instalaciones fueron “completa y totalmente destruidas”.

    Trump endurece su discurso: “Aún hay muchos blancos”

    En tono desafiante, el presidente señaló que los sitios atacados este sábado eran “los más difíciles” y posiblemente “los más letales” del programa nuclear iraní. Advirtió que, si Irán no cede, vendrán más ataques. “Recuerden: aún hay muchos blancos que quedan. Los de hoy fueron los más complejos”, sostuvo.

    “Esta noche, puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular. No hay ejército en el mundo que pudiera hacer lo que hemos hecho esta noche. Ni siquiera cerca”, agregó Trump, visiblemente satisfecho con el resultado de la operación.

    Además, anunció que este domingo 22 de junio el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ofrecerán una conferencia de prensa a las 8 a.m. (hora local) en el Pentágono para informar más detalles sobre los bombardeos y el estado de las fuerzas estadounidenses desplegadas.

    Apoyo israelí y condena internacional

    El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, felicitó públicamente a Donald Trump por su “audaz decisión” de intervenir militarmente contra el régimen de Teherán. En un video publicado en su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario israelí expresó:

    “Trump y yo solemos decir: ‘La paz se logra con la fuerza’. Esta noche, Estados Unidos actuó con mucha fuerza”.

    Netanyahu subrayó que los bombardeos contra Fordow, Natanz e Isfahan son un paso necesario para frenar las ambiciones nucleares de Irán y garantizar la seguridad de Israel y del mundo.

    En contraste, el secretario general de la ONU, António Guterres, emitió un comunicado urgente en el que expresó estar “gravemente alarmado por el uso de la fuerza de Estados Unidos contra Irán”. Guterres advirtió que “no hay solución militar” que sustituya a la diplomacia y calificó la situación como “una amenaza directa a la paz y la seguridad internacional”.

    GBU-57: la bomba que perforó Fordow

    La operación militar de Estados Unidos incluyó el uso de las bombas antibúnker más poderosas de su arsenal: las GBU-57/MOP (Massive Ordnance Penetrator). Con un peso de 13 mil 600 kilogramos, estas bombas guiadas por GPS son capaces de penetrar hasta 60 metros de roca o concreto reforzado, lo cual fue decisivo para destruir Fordow, la planta subterránea más protegida del sistema nuclear iraní.

    La existencia de esta bomba se conoce desde hace más de una década, pero es la primera vez que su uso es confirmado públicamente en un ataque militar directo. Las GBU-57 fueron lanzadas desde bombarderos furtivos B-2, diseñados precisamente para misiones de alta penetración y máxima precisión en entornos hostiles.

    En contraste, Israel utilizó previamente la GBU-28, de 2 mil 270 kilos, en un ataque para eliminar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, en septiembre de 2024. Sin embargo, esa bomba no cuenta con la capacidad suficiente para destruir instalaciones como Fordow, enterrada a más de 80 metros bajo tierra.

    Una escalada que ya no puede ignorarse

    La decisión de Trump de involucrar directamente a Estados Unidos en los ataques contra Irán rompe con su discurso habitual de evitar nuevas guerras en Medio Oriente. Lo que comenzó como un apoyo indirecto a la campaña israelí se ha transformado en una participación activa que, según muchos analistas, puede desembocar en una guerra regional abierta.

    Mientras los aliados de Washington, como Reino Unido y Francia, se mantienen en silencio, países como Rusia y China han expresado “profunda preocupación” por el curso que ha tomado el conflicto.

    La posibilidad de que Teherán responda con ataques a intereses estadounidenses en Irak, Siria o el Golfo Pérsico mantiene en alerta a las tropas desplegadas en la región.

    Todo indica que los próximos días serán decisivos. Trump parece haber tomado una decisión irreversible: o hay paz por la vía diplomática, o Washington avanzará con más ataques quirúrgicos sobre lo que queda del programa atómico iraní.

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